|
|||||||||||||||||
Introducción La siniestralidad vial es un problema de gran relevancia en México, cada año ocurren miles de colisiones, con consecuencias fatales y pérdidas económicas significativas. Para comprender mejor este fenómeno y diseñar estrategias más efectivas de prevención, se requiere un análisis detallado de los patrones de siniestralidad y su evolución a lo largo del tiempo. En este contexto, los anuarios estadísticos de colisiones en carreteras federales (Cuevas Colunga et al., 2022; Cuevas Colunga & Silva Rivera, 2023) han sido una herramienta clave para la recopilación y presentación de datos. En su edición 2023, este informe experimentó una reestructuración significativa en la forma en que se presentan los datos, modificando la organización de la información permitiendo una visión más localizada de la siniestralidad, pero también plantea nuevos retos en la interpretación de tendencias y comparaciones con años anteriores. Además de estos cambios metodológicos, el anuario de 2023 reporta una reducción en el número de colisiones y víctimas en comparación con 2022. Ante esta disminución, surge la interrogante: ¿Se trata de un reflejo de estrategias más efectivas en seguridad vial o simplemente de una variabilidad estadística derivada de modificaciones en la recopilación de datos? Asimismo, los análisis comparativos siguen siendo cruciales para entender dónde ocurren más siniestros y qué factores influyen en la gravedad de los mismos.
Reorganización de los análisis de siniestralidad El análisis de la siniestralidad vial en México ha evolucionado con el tiempo, buscando ofrecer información más precisa y útil para la toma de decisiones en seguridad vial. En el Anuario estadístico de colisiones en carreteras federales de 2023, se realizó un cambio significativo en la manera de presentar los datos en comparación con la edición de 2022. Este ajuste metodológico busca mejorar la comprensión de la siniestralidad y permitir un enfoque más localizado en el desarrollo de estrategias de prevención. Sin embargo, esta reorganización también plantea nuevos desafíos en la interpretación de datos y comparaciones históricas. Para comprender la relevancia de estos cambios, es fundamental analizar cómo se estructuraban los datos en años anteriores. De la fragmentación a la integración En la edición 2022 del Anuario, el análisis de la siniestralidad se presentaba en diferentes capítulos, segmentando la información en función de diversas categorías:
Esta estructura permitía desglosar la información de manera exhaustiva, pero generaba fragmentación y dificultades en la comparación directa entre entidades federativas, tipos de vía y vehículos involucrados. En la edición 2023, se llevó a cabo una reestructuración significativa: · El capítulo 2 ahora presenta el perfil de siniestralidad por entidad federativa, integrando información previamente dispersa en los capítulos 2 y 3 de 2022. · El análisis por tipo de colisión, causas y temporalidad se incorpora dentro de cada entidad, permitiendo una visión más localizada. · Se agregó un apartado específico para evaluar la siniestralidad según el tipo de vehículo, número de carriles, clasificación de la carretera (de cuota o libre) y tipo de carretera (ET, A, B, C y D). Si bien esta reorganización mejora la claridad y accesibilidad de los datos, también plantea desafíos en la interpretación de tendencias a largo plazo. Los tomadores de decisiones deben considerar estos cambios al evaluar la efectividad de estrategias de seguridad vial, ya que la manera en que se presentan los datos ha cambiado, impactando las labores de comparación con años previos.
Reducción de la siniestralidad en 2023: ¿Estrategias efectivas o variabilidad estadística? En el Anuario 2023, se reportaron 12,099 colisiones, lo que representa una disminución del 14% respecto a las 14,067 colisiones de 2022. Asimismo, el número de fallecidos en el lugar del siniestro pasó de 2,420 en 2022 a 1,864 en 2023, reflejando una caída del 23%. Estos datos reflejan una reducción notable en los siniestros viales, pero ¿esta disminución se debe realmente a estrategias más efectivas de seguridad vial o es un reflejo de cambios en la recolección de datos? A pesar de la aparente mejora en las cifras, es fundamental considerar si estos cambios reflejan realmente una disminución en la siniestralidad o si pueden estar influenciados por variaciones en la metodología de recolección de datos. Algunos puntos clave a evaluar incluyen:
Existen argumentos que parecen sostener la hipótesis de que la reducción en la siniestralidad se explica por la variabilidad estadística, por ejemplo, en algunos estados como Chihuahua, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Estado de México, Zacatecas, entre otros se observan variaciones importantes en las cifras mensuales de siniestros; en estados como Oaxaca el registro de víctimas es nulo durante varios meses del año. Las inconsistencias encontradas en la base de datos no sólo impactan en el rubro de temporalidad, existen otras que fueron detalladas en el documento. Estos escenarios señalan serias inconsistencias en el registro de la información.
Figura 1. Distribución mensual de colisiones y víctimas en Oaxaca Fuente: Anuario estadístico de colisiones en carreteras federales, 2023 (Cuevas Colunga & Silva Rivera, 2023).
Siniestralidad en carreteras de cuota vs. libres Comparación estadística En México, la red carretera federal se divide en carreteras de cuota y carreteras libres, cada una con características distintivas en términos de infraestructura, mantenimiento, regulación, tipos de usuarios y patrones de tránsito. Estos factores impactan directamente en la cantidad y severidad de las colisiones que ocurren en cada una. Según los datos del Anuario estadístico de colisiones en carreteras federales 2023, la siniestralidad en ambos tipos de vía es la siguiente:
Tabla 1. Siniestralidad por tipo de carretera.
Fuente: Anuario estadístico de colisiones en carreteras federales, 2023 (Cuevas Colunga & Silva Rivera, 2023).
Los datos revelan que las carreteras libres presentan un mayor número de colisiones y lesionados en comparación con las de cuota. Sin embargo, el número de fallecidos es similar en ambas, lo que sugiere que, aunque en las carreteras de cuota ocurren menos siniestros, estos pueden ser de mayor gravedad. Por otra parte, es importante señalar que la red libre tiene una longitud por mucho mayor a la red de cuota, y las cifras no muestran grandes diferencias; lo anterior puede ser un indicador de que las carreteras de cuota pueden contar con una mayor vigilancia y en consecuencia un mayor registro de los hechos de tránsito. Factores de riesgo en cada tipo de vía El contexto de las carreteras en México es altamente variable, por lo que las diferencias en siniestralidad no pueden atribuirse únicamente a la clasificación de la vía. Dentro de los factores clave que influyen en la seguridad de cada tipo de carretera se encuentran: · Condiciones de la infraestructura · Patrones de tránsito y tipo de vehículos · Comportamiento del conductor y velocidad · Monitoreo y vigilancia El impacto del mantenimiento en la seguridad vial es evidente cuando se comparan tramos específicos de carreteras de cuota y libres. En regiones con concesiones privadas eficientes, los índices de colisiones son menores, mientras que, en estados con carreteras libres sin mantenimiento adecuado, los siniestros pueden aumentar. Recomendaciones Si bien las carreteras de cuota muestran menor cantidad de siniestros en general, las cifras de mortalidad son similares a las de carreteras libres, lo que indica que aún hay oportunidades de mejora en la seguridad vial de ambas, por ejemplo: mejorar el mantenimiento de carreteras libres, incrementar la vigilancia, diferenciar estrategias de seguridad según el tipo de carretera y una mayor regulación del tránsito de carga La seguridad vial no solo depende del tipo de carretera, sino de un conjunto de factores que incluyen el comportamiento del conductor, la infraestructura disponible, la señalización y el monitoreo del tránsito. Aun cuando la tendencia de siniestralidad ha disminuido en 2023, no se puede atribuir esta reducción a mejoras en la seguridad vial, ya que existen muchas variables en juego que requieren un análisis más detallado y una continuidad en la recopilación precisa de datos. La evolución en la presentación de datos del anuario marca un cambio en la forma de interpretar la siniestralidad vial en México. Para garantizar que esta información sea útil en la toma de decisiones, es indispensable que los datos sean consistentes a lo largo de los años y que las estrategias de seguridad vial sean evaluadas con métricas objetivas y comparables. Conclusiones El análisis de la siniestralidad vial en carreteras federales de México ha cambiado significativamente con la reestructuración del anuario. La reorganización de la información en un solo capítulo por entidad federativa permite una mejor visualización de los datos a nivel local, facilitando la identificación de tendencias específicas, con la identificación de patrones a nivel estatal y por tipo de carretera. Sin embargo, esta modificación también ha planteado un desafío en la comparación con años anteriores, lo que hace necesario ajustar las metodologías de análisis para evitar interpretaciones erróneas. La reducción en el número de colisiones y víctimas en 2023 es un indicio positivo, lamentablemente no es un reflejo fiel de una mejora estructural en la seguridad vial ya que es necesario profundizar en los análisis para diferenciar entre cambios reales y efectos derivados de variaciones en la metodología de registro de colisiones. Para garantizar una mejora continua en la seguridad vial en México, se recomienda: 1. Fortalecer la recopilación de datos con metodologías estandarizadas que permitan la comparación de información año con año. 2. Evaluar con mayor precisión el impacto de las estrategias de seguridad vial para diferenciar entre mejoras estructurales y variaciones estadísticas. 3. Mejorar la supervisión y control en carreteras libres, que presentan una mayor cantidad de siniestros. 4. Implementar medidas de reducción de velocidad y control de riesgos en carreteras de cuota, donde los hechos de tránsito son más letales. 5. Realizar un monitoreo continuo de los cambios en movilidad y comportamiento vial, para ajustar estrategias de seguridad vial en función de datos actualizados. La reducción de la siniestralidad es un objetivo alcanzable si se mantienen esfuerzos sostenidos en infraestructura, monitoreo, modificaciones conductuales, vigilancia y recopilación de datos confiables. El reto principal es asegurar que las cifras reflejen con precisión la realidad en las carreteras y que las estrategias implementadas generen cambios significativos en la reducción de siniestros y fatalidades en el país.
Referencias Cuevas Colunga, A., & Silva Rivera, M. (2023). Anuario estadístico de colisiones en carreteras federales, 2023. En Instituto Mexicano del Transporte: Publicaciones (Documento Técnico No. 92). Recuperado 18 de febrero de 2025, de https://imt.mx/descarga-archivo.html?l=YXJjaGl2b3MvUHVibGljYWNpb25lcy9Eb2N1bWVudG9UZWNuaWNvL2R0OTIucGRm
Cuevas Colunga, A., Silva Rivera, M., & Moctezuma Ramírez, R. (2022). Anuario estadístico de colisiones en carreteras federales, 2022. En Instituto Mexicano del Transporte: Publicaciones (Documento Técnico No. 89). Recuperado 18 de febrero de 2025, de https://imt.mx/descarga-archivo.html?l=YXJjaGl2b3MvUHVibGljYWNpb25lcy9Eb2N1bWVudG9UZWNuaWNvL2R0ODkucGRm CUEVAS Ana Cecilia SILVA Manuel Eduardo
“Las opiniones expresadas en esta publicación son de los autores y no necesariamente reflejan los puntos de vista del Instituto Mexicano del Transporte” |
